Carta a mi yo de 27 años
mayo 23, 2016 - 8 minutes readEstos últimos días he estado reflexionando sobre qué le diría a mi yo de 27 con lo que hoy sé; y este es el resultado.
Hola Ivette,
“Eres auténtica, perseverante, creativa, emprendedora, pero sobretodo eres amorosa, alegre y llena de cariño y la vida que tienes es maravillosa, no la descuides.”
Estás iniciando una nueva aventura, llena de sorpresas, retos, aprendizajes, caídas fuertes y regresos triunfantes; con mucho entusiasmo, energía, idealismo y a la vez miedo a lo desconocido, entras a tu etapa de emprendedora con un nuevo negocio, con el apoyo y ayuda de tu esposo y grandes amigos que 20 años después la gran mayoría siguen siéndolo.
Estás convencida que todo lo que necesitas para triunfar es disciplina, esfuerzo y trabajo duro para alcanzar las metas, pero por otra parte existe en ti una gran desconfianza por una creencia que te acecha y que te hace ponerte a la defensiva – “Estoy muy joven y soy mujer en un mundo más bien dominado por hombres, tengo que trabajar, esforzarme el doble y demostrar que soy exitosa para que me tomen en serio y me respeten” –.
Con el tiempo entenderás que esta creencia te ha llevado a desequilibrar tu vida. Trabajarás de sol a sol, de lunes a domingo, dejando a un lado la relación de pareja, la familia y amigos. Con la excusa de que tienes mucho trabajo iniciarás una carrera llena de “éxitos”, pero también comenzará a crecer un vacío emocional lo cual te llevará a una época que después nombrarás mi época de oscurantismo.
Tienes poco tiempo de casada, estás viviendo una época extraordinaria, estás ilusionada, enamorada y tienes un esposo maravilloso, cariñoso, que está presente, es brillante, alegre, sensible, canta increíble y ambos se apoyan en sus proyectos y su crecimiento. La relación está llena de confianza, amor, apoyo y comunicación. No siempre será así, sin embargo, ambos irán descubriendo cómo manejar las diferentes situaciones para salir adelante y crecer en el proceso.
Él será un pilar importante en todas las áreas de tu vida; escucha sus ideas, agradece su apoyo y no descuides tu relación por el trabajo, comunícate más, encuentren espacios para que ambos puedan compartir sus sueños, diseñar un proyecto de vida y expresarse su amor mutuamente.
Eres fuerte, perseverante, optimista y muy responsable. No confundas esas fortalezas con una coraza que bloquee tu vulnerabilidad y te impida compartir y expresar amor, porque en los momentos en que te sientas perdida lo único que te ayudará a recobrar el rumbo será escuchar tus sentimientos y conectar con el amor que está en ti.
No evites cometer errores, el querer ser perfecta te mantiene intransigente y a la expectativa de lo que dirán los demás. Abraza y aprende de cada error o reto para que cada uno se convierta en un escalón de crecimiento y madurez.
No necesitas demostrar nada a nadie, ni tener todo bajo control, te darás cuenta que la vida no es blanco o negro, ni existe una sola respuesta correcta, y que algunas veces, todo es más complicado de lo que realmente parece y otras más fácil de lo que pensaste.
Entre más pronto tomes la responsabilidad de lo que te sucede y aprendas a transformar las dificultades en aprendizaje y oportunidad para tu propio crecimiento, más pronto estarás en el camino de disfrutar una vida plena y equilibrada.
Olvídate de tener que demostrarle al mundo lo que vales acumulando éxitos, no confundas el éxito profesional con ser feliz, porque esto te mantiene en el oscurantismo.
Con el tiempo y con esfuerzo aprenderás mucho sobre ti, reconocerás tus fortalezas, debilidades y miedos, incluyendo unos que ni sospechas, aprenderás como superarlos y aceptarlos para crecer. Tú terquedad se transformará en perseverancia, tú obsesión en entusiasmo y tú soberbia en empatía.
Reenfocarás tu vida y ya no te esforzarás para todo, sino que disfrutarás de encontrar formas para equilibrarte y recobrar tu bienestar emocional. Te darás cuenta que gracias a esa época de oscurantismo serás más sensible, plena y feliz.
Hoy no lo ves, pero en un momento trascendental, después de mucho razonamiento e introspección empezarás por aceptar que todo lo que te sucede y estás viviendo (positivo y negativo) es en gran parte responsabilidad tuya y que tus creencias e historias son las que te han llevado hasta ahí. En ese momento estarás abierta a sentir más y pensar menos, con el fin de sanar y transformar aquellas historias y creencias que han estado limitándote vivir la vida que tanto deseas.
Por último, recuerda…
Si quieres una vida llena de amor y cariño, disfrutar esa conexión profunda que se siente en cuerpo y alma con tu pareja, primero tienes que liberar, compartir y expresar sin miedo todo ese amor que tienes para que seas capaz de recibirlo. Tu misma eres amor y alegría.
No bloquees tu instinto con tanta mente lógica, alimenta tu alma impulsando a otras personas, dile si a mejorar la vida de otras personas.
Trátate y cuídate con cariño, haz ejercicio, come sano, no fumes, y se comprensiva y amorosa.
No te tomes nada tan a pecho ni personal porque todo es temporal. Se consciente que hoy es el único momento que tienes, aprovecha y disfruta cuando las cosas van bien y te estás divirtiendo; y si las cosas van mal, no te preocupes, mejor enfócate en cómo puedes aprovecharlo porque tampoco va a durar por siempre.
¿Y tú, que has aprendido?
Te invito a que reflexiones en lo que has vivido en los últimos años y que es lo que has aprendido, como eso te ha ayudado a crecer como persona.
Tags: amigos, aprendizaje, disciplina, esfuerzo, familia, trabajar
2 Commentarios